La cita de la semana

"El placer de la mesa es de todos los tiempos y todas las edades, y el último que nos queda cuando todos los demás nos han abandonado"

Anthelme Brillant-Savarin (1755-1826), gastrónomo francés.

domingo, 18 de mayo de 2014

Restaurante Cuatroplatos: económico, sano y acogedor

Le toca hoy el turno a un recién llegado al panorama de Valladolid, el restaurante Cuatroplatos, situado en la plaza Cantarranillas. Definitivamente, y para nuestra alegría, la plaza Cantarranillas, o Cantarranas como la conocemos todos en Valladolid, se está revitalizando. Hace ya tiempo que murió su ambiente nocturno, y tras un periodo de semiabandono la apertura de nuevos locales, con esta última incorporación que es el restaurante Cuatroplatos, están volviendo a animar esta céntrica plaza, aunque desde una perspectiva totalmente distinta.

El Cuatroplatos se encuentra en un local sencillo pero muy acogedor y decorado con gusto. Se accede por una enorme puerta de madera pintada en un azul luminoso, y unas escaleras nos conducen a un comedor cálido y luminoso. Cuenta con varios espacios con sillas altas para un picoteo informal, y  su lado, la zona de comedor propiamente dicha. Entre los socios y los camareros abundan las caras conocidas desde tiempo atrás en el panorama hostelero de Valladolid. Un buen cúmulo de experiencia que se hace notar en el trato, atento y profesional, y en las ideas claras que transmiten. 

Y es que parece que en el restaurante -aunque ellos lo denominan gastrobar- Cuatroplatos tienen las ideas muy claras. La carta es corta y con precios muy contenidos. Para los entrantes además de un correcto carpaccio de ternera ofrece varias propuestas basadas en verduras, como una estupenda ensalada de langostinos y salmón, parrillada de verduras bien elaborada, o un sabroso arroz integral con hortalizas. Comida sana y rica. 

En los segundos platos, pocas pretensiones: en las carnes, sencillez, son buen ejemplo el rabo guisado y la carrillera en salsa; en los pescados siguen la misma línea, bacalao y calameres en su tinta, y un toque más original con una propuesta de cebiche. Para completar, se ofrece un guiso diario, que cambia excepto los viernes que -suponemos que mientras dure el invierno- es siempre un cocido.

Como no podía ser de otra forma, la carta  de vinos también es corta. Unas pocas referencias de vinos de la tierra, suficiente, pero mejorable.

En cuanto a los precios, como decíamos son muy ajustados. Las ensaladas y entrantes van a precio fijo, y ninguno de los segundos platos llega a los 9 euros. De manera que la cuenta para dos personas puede rondar los 30-40 euros. Un precio más que razonable para comer a la carta en un restaurante del centro de Valladolid, con un local agradable y comida casera y sana. Además, como opción económica de menú diario, los guisos del día que comentábamos antes se ofrecen con pan y bebida por 8.5 euros.

En definitiva, una nuevo restaurante que trae aire fresco y supone una opción muy recomendable para disfrutar en grupo de comida bien elaborada aunque sencilla, o para una ocasión informal. No lo recomendaríamos para una celebración especial, no es el ambiente que se puede encontrar en el restaurante -o gastrobar- Cuatroplatos.


Gastrobar Cuatroplatos
Plaza de Cantarranillas nº7
983303778

sábado, 22 de febrero de 2014

Restaurante El Olivo: pescado y marisco magnífico a precios muy altos

¡Por fin de vuelta! Después de una larguísima ausencia volvemos con nuestras críticas. Y para la vuelta, un restaurante de Valladolid capital que había sido mencionado por varios de nuestros lectores: se trata del restaurante El Olivo, especializado en pescado y marisco y ubicado en Parque Alameda, una zona residencial alejada del centro de la ciudad.

A la entrada del Olivo nos encontramos con un amplío espacio de barra y el acceso al comedor. Con una decoración prácticamente ausente y un mobiliario tirando a vulgar, sólo por las referencias previas se puede uno imaginar que está en uno de los templos de Valladolid para la degustación de los productos del mar.

No ayuda a mejorar esta primera impresión la percepción de falta de personal. Una sola persona para atender el comedor, y, a partir de cierta hora, para estar atenta de la barra, lleva inevitablemente a que el servicio sea lento. Eso si, esta es la única pega en cuanto la camarera, que es amable, atenta y buena conocedora del producto que ofrece. Es este un detalle importante, puesto que en el restaurante El Olivo no cuentan con dar una carta a los comensales -aunque se la darán si la piden, no aconsejamos hacerlo porque es inútil-, si no que cada día se cantan los platos que ofrecen.

El marisco y pescado servido en El Olivo es fresquísimo y de la mejor calidad. Se elabora con extrema sencillez: para el marisco, cocido en su punto exacto sin preparaciones adicionales; para el pescado, a la espalda o al horno, de nuevo con un punto magnífico y evitando salsas intensas que desvirtúen la esencia. En definitiva, cocina rendida a la calidad del producto, que en este caso es excelente.

En función de la temporada y la disponibilidad, pues como decíamos todo es producto fresco, se puede degustar langosta, centolla de la ría, almejas, berberechos o gamba de Huelva para empezar, y mero, lubina salvaje, besugo, virrey o una merluza magnífica como segundo plato. Como acompañamiento a los pescados, unas patatas en bastón que aparentemente están ligeramente fritas y terminadas al horno, y son una maravilla. No todo es marisco y pescado en El Olivo: también se puede disfrutar de un buen foie fresco o carne correcta. No obstante, no son estos los puntos fuertes del restaurante.

En cuanto a la carta de vinos, es más bien corta y poco original. No obstante, es correcta, con referencias clásicas de la D.O. de Rueda y las Rías Baixas, y con precios contenidos. Los postres son caseros y bien elaborados, un buen final que no desmerece.

Y llegamos al que nos parece el punto débil de este restaurante: el precio. ¿Tiene un producto excelente? Si. ¿Está cocinado en su punto y servido con total corrección? También. Pero hablamos de pagar una cuenta que para dos personas puede pasar muy fácilmente de los 160 euros, y acercarse a los 200 euros sin problema. Unos precios muy altos para nuestro Valladolid, máxime cuando la decoración y la cantidad de personal del restaurante no están a la altura.

En resumen, el restaurante El Olivo es una visita obligada, al menos una vez, para los amantes del pescado y marisco, y una referencia en Valladolid en este aspecto, pero su relación calidad-precio no pasa de media-alta por lo elevada que resulta la cuenta. Un restaurante para una ocasión especial, y si puede ser para que le inviten a uno, ¡mejor que mejor!

Restaurante El Olivo
Carretera de Rueda nº 68
983248397

sábado, 14 de enero de 2012

Restaurante La Cantina: grata experiencia en plena plaza Mayor de Valladolid

Hoy le toca el turno al restaurante La Cantina, ubicado en plena plaza Mayor de Valladolid. Es uno de las últimos abiertos en la zona, y supone una buena alternativa a los restaurantes de toda la vida que por allí se encuentran.

 El restaurante La Cantina ocupa un local muy espacioso distribuido en tres plantas: la planta de calle, ocupada por la barra y varias mesas altas para tapear, y sendos comedores en la primera planta y el sótano, siendo el de la primera planta de nuevo diseño y el del sótano una bonita rehabilitación en ladrillo con aires de bodega. A pesar de encontrarse en la plaza Mayor, se encuentra en una esquina de poco tránsito, y dispone en verano de una terraza de lo más agradable.

La oferta gastronómica de La Cantina es limitada pero escogida: consiste en platos tradicionales cocinados con esmero y buena materia prima. Para los entrantes, resultan estupendos los puerros gratinados y la ensalada "La Cantina", con el único pero del escaso tamaño de las raciones. En los segundos platos se apuesta por la contundencia y guisos tradicionales, con mayor hincapié en las carnes que en los pescados. Son muy sabrosos los callos y las manitas de lechazo, con presentación en cazuelita que evoca otros tiempos. Buena calidad en los chuletones, de vaca vieja como correctamente se indica en la carta (estamos hartos de restaurantes que ofrecen chuletones de buey que no lo son), y con la opción de la chuleta de sidrería, de tamaño moderado y acompañada de patatas, para poder probar la carne sin perder la oportunidad de disfrutar de otros platos. También se ofrecen algunas sugerencias fuera de carta, como piparras.

Para los postres se da continuidad a la línea tradicional, con una grata sorpresa, al menos para nosotros: tabla de quesos, de la que se puede pedir media ración aunque no esté indicado en la carta. Una forma distinta de terminar la comida para los poco amigos del dulce.

Respecto a los vinos, el restaurante dispone de una corta pero buena carta,  con una cierta variedad en cuanto a denominaciones de origen, algo que desgraciadamente es poco común en Valladolid. Nos encantan los vinos de la Ribera del Duero, pero hay más vida ahí fuera! Vale la pena dejarse aconsejar con el maitre, sabe de lo que habla.

No resulta La Cantina un restaurante caro en exceso, al menos en relación con otros restaurantes de Valladolid de ubicación y nivel similares. El precio para dos personas puede rondar los 70 euros. Para nosotros la relación calidad-precio es buena.

Es un restaurante totalmente aconsejable para los que se encuentren de visita en Valladolid y quieran comer en pleno centro con calidad y gasto razonable, para disfrutar de una velada en grupo y, cuando el tiempo lo permite, para gozar de una comida en terraza en la maravillosa plaza Mayor de Valladolid. Es poco recomendable para comidas ligeras y para el día en que se busca un restaurante que ofrezca algo distinto.

Restaurante La Cantina
Plaza Mayor nº 21
983358189

viernes, 4 de noviembre de 2011

Restaurante Paco Espinosa: marisco y pescado de la mejor calidad

Retomamos las críticas con uno de los mejores restaurantes de marisco y pescado de Valladolid, el restaurante Paco Espinosa, situado en el barrio de la Victoria.

El Paco Espinosa está un poco alejado del centro, pero vale la pena desplazarse: se trata sin duda de uno de los grandes restaurantes de Valladolid. Con una fachada de aspecto modesto, a la entrada nos encontramos con una barra espaciosa y poco pretenciosa y el acceso al comedor. Una vez en el comedor, empieza uno a situarse en qué nivel de restaurante se encuentra, tanto por el público, como por las mesas espaciosas y distribuidas en un amplío espacio que invitan a disfrutar tranquilamente de la comida. Mientras que los camareros resultan un poco distantes, el dueño del local se vuelca en la atención a los comensales, aconsejando y pendiente de cualquier necesidad.

La carta del restaurante es más o menos amplia: como entrantes, ibéricos, productos de la huerta, y por supuesto lo mejor del mar. Son especialidad las sardinas aliñadas, de textura y sabor exquisito, una maravilla las almejas a las sartén, y los aficionados al marisco se pueden explayar con cigalas, nécoras, unos carabineros extraordinarios...como en pocos sitios en Valladolid.  Como alternativa más económica unas rabas, muy suaves, son buena opción.

En los segundos, se ofrecen varias posibilidades de carne, pero sin duda el punto fuerte en el Paco Espinosa es el pescado. La variedad de pescado fresco es tremenda. Con los pequeños cambios propios de la temporada, encontramos merluza, rodaballo, rape, besugo, bacalao, dorada, lubina, atún, chicharro y más. Todos en general en preparaciones sencillas - al horno, a la plancha, a la espalda -  pero muy bien ejecutadas. El punto del pescado al horno es sencillamente perfecto. Para acompañar a los pescados a la plancha la salsa de marisco o simplemente ajos fritos es una elección muy conveniente, mientras que las preparaciones a la gallega están un poco sobrecargadas de pimentón para nuestro gusto, pues ocultan demasiado el sabor del pescado.

La carta de vinos es muy extensa
, y posiblemente contiene cientos de referencias. Quién sabe si estarán todas disponibles, pero en el comedor está a la vista una vinoteca acristalada del suelo al techo que hace pensar que si. Nos encontramos con muchísimas denominaciones de origen representadas, precios ajustados, y un amplio abanico que va de algunas opciones económicas a vinos de auténtico lujo. Una única pega: la carta de vinos va impresa en folios y mal presentada, no está a la altura su aspecto con el alto nivel que ofrece.

Después del probable atracón, el que se vea capaz puede disfrutar de alguno de los postres caseros. Si no es el caso, los sorbetes son correctos y ayudarán a dar por cerrada la comida.

En cuanto a los precios, desde luego el Paco Espinosa no es un restaurante barato. La cuenta puede ser desorbitada, como en cualquier restaurante que ofrezca mariscos, por supuesto, pero aún dejando de lado el marisco quizá lo único contenido en precio son los vinos. Para dos personas, sin excesos, estaremos entre los 120 y los 130 euros. A pesar de ellos, bajo nuestro punto de vista la relación calidad-precio es buena. Quizá el único restaurante equiparable en Valladolid al Paco Espinosa para disfrutar del mejor pescado sea La Viña de Patxi, ya comentado es nuestro blog.

En definitiva, el restaurante Paco Espinosa es totalmente recomendable para darse un homenaje, para una celebración, y desde luego para los amantes del pescado; eso si, siempre si se puede uno despreocupar de la cuenta. Si se busca una opción contenida en precios, no hay nada que hacer aquí.

Restaurante Paco Espinosa
Paseo del Obregón nº 16
983330988